Salsa harissa
País: Marruecos-Mauritania-Tunez-Argelia-Libia.
Ingredientes:
Guindillas, 50 gr. Vale cualquier pimiento rojo picante (chile, cayena, ají, etc.).
Ajo, 4 dientes.
Cilantro semillas, 1 cucharadita.
Alcaravea, 1 cucharadita.
Comino, ½ cucharadita.
Sal, ½ cucharadita.
Aceite virgen extra de oliva
Elaboración de la salsa harissa:
Paso 1: Lavar las guindillas, quitar los tallos y las semillas. Poner a remojo en agua caliente unos 30 minutos. Escurrir, picar y reservar. (Cuidado con tocarse los ojos o la boca con las manos. ¡¡Arde Troya!!).
Paso 2: Tostar las semillas de cilantro, alcaravea y comino en una sartén con cuidado de no quemarlas.
Paso 3: Moler las semillas en un mortero hasta convertirlas en un polvo fino e incorporar el resto de los ingredientes (menos el aceite de oliva) en el mortero. Machacar los ajos, la sal y las guindillas escurridas y picadas hasta obtener una pasta homogénea.
Paso 4: Añadir aceite de oliva poco a poco mezclando bien hasta conseguir una pasta de consistencia parecida a la mayonesa.
Paso 5: Guardar en un tarro hermético y dejar reposar al menos una hora antes de servir.
Presentación:
Servir directamente como acompañante de comidas o diluir con poco de caldo si no queremos que pique tanto.
Consejo:
Si no se tiene en casa alcaravea se puede sustituir por anís y pimienta negra a partes iguales.
También se le puede agregar clavo y canela.
A la hora de hacer la pasta se puede utilizar una batidora o una licuadora.
En un frasco hermético cubierto con un poco de aceite se conserva en la nevera de 4 a 6 semanas.
Información:
Esta salsa picante es típica del Norte de África y es originaria de Túnez. Se suele poner en la mesa para que cada comensal la añada a la comida según sus gustos y tolerancia al picante.
La harissa se puede usar como salsa o como condimento. Se emplea para sazonar recetas de cuscús, guisos, sopas, marinados de carne y tajine. Y como salsa para acompañar bocadillos, carne asada y kebabs.
Sally Pepper os desea un buen apetito.
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